Cuando entras a estudiar te imaginas que renovarás el mondo del periodismo, que tu nombre estará precedido de grandes triunfos, y nunca caerás en el malévolo mundo comercial, sin embargo, la vida siempre nos tiene sorpresas, en verdad. Podrá sonar repetitivo, pero nada de lo que pueda yo decir en este momento podría cambiarlo, por lo menos como experiencia personal.
Allá en la inmensidad lejos de la vida escolar se encuentra una carnicería, una competencia, por mostrar quién sabe más, maneja más temas, sabe de todo ah pero que se especialice en algo, o sea un todólogo especializado. No basta con que hayas tomado diplomados de economía, o prensa deportiva u oratoria o cuanta chingadera se te ponía enfrente, y la pudieras pagar, claro; con eso no basta, y eso no es malo, pero lo que te piden allá, en la vida, ¡LA VIDA!, son un chingo de cosas, y está bien, no me quejo, lo único que me duele es haberme alejado de eso que tanto me ilusionaba, de aquello que siempre quise defender, la prensa.
Pero no, tampoco es malo, ¿han escuchado del concepto de e-periodismo?, yo apenas cuando salí de la escuela y buscaba trabajo. ¿Ingeniería social?, ¡diablos! Espero que a los que están estudiando en este momento les hablen de esos conceptos y otros que ni siquiera he terminado de comprender, o de perdida introduzcan temas más actuales y no se queden con que la computación sólo se aplica en la comunicación para hacer tarjetas de presentación u hojas membretadas en ¡WORD!, (QPD, el maestro).
